¿Qué es el plagio?
¿Qué es el plagio?
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Cuando se realiza investigación con frecuencia se incurre en plagio, muchas veces por la facilidad con que se nos presenta la información, por la rapidez con que se quiere concluir el trabajo académico asignado, por no hacer procesos de citas o simplemente por desconocimiento. Pero consciente o inconscientemente, sin importar las razones, se incurre en plagio y se resta valor al uso ético de la información.
Definiciones y RAE (2019)
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En este sentido Alayza, Cortés y Hurtado (2015) agregan que el plagio puede ocurrir cuando se desconocen los estándares para dar créditos a los autores o porque simplemente, en lugar de producir, deciden copiar aquellos que otros produjeron.
La Real Academia Española (2019) acuña el término “plagiar” como
- Copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias.
- Entre los antiguos romanos, utilizar un siervo ajeno como si fuera propio.
- Secuestrar a alguien para obtener rescate por su libertad.
A raíz de este curioso origen y aplicado al ámbito académico se considera el plagio como el secuestro o la utilización de obras o ideas ajenas como si fueran propias.
Citas de autores
El plagio es la apropiación indebida, total o parcial, de ideas, textos o producciones intelectuales de otros autores sin otorgarles el reconocimiento correspondiente, presentándolos como propios. Esta práctica constituye una falta grave a la ética académica porque vulnera los derechos de autor, desvirtúa el mérito personal y socava la confianza en la integridad. Además de afectar al autor original, daña la reputación de las instituciones y deteriora los valores.
(Rodríguez Jiménez, 2023).
¿Sabías qué?
¿Sabías qué?
El término “plagio” tuvo un uso curioso en la antigua Roma donde se utilizaba el término para designar “el uso de esclavos ajenos, reteniéndolo y utilizándolo como si fueran propios”, a raíz de que proviene del latín “plagium”, que significa “apropiación de esclavos ajenos” y del griego “Πλάγιος” (traducido como “engaño”, “secuestro”). deChile (2019).
Importancia de evitar el plagio
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“¿Qué valor tiene para ti que los demás reconozcan tu producción?”“¿Cómo te sentirías si usaran tus ideas sin mencionarte?”
Para reconocer el valor académico de evitar el plagio podemos partir de la siguiente pregunta aplicable a cualquier ámbito intelectual:
¿Qué valor tiene para ti que los demás reconozcan tu esfuerzo o trabajo intelectual? ¿Cómo te sentiría si otros usuarios utilizaran tus ideas sin mencionarte o atribuyéndose una producción que te pertenece?
Para reconocer el valor de evitar el plagio también es importante ubicarse del otro lado de la realidad y reflexionar en torno a las consecuencias de plagiar a la hora de elaborar nuestro trabajo académico.
Razones
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Al respecto Alayza, Cortés y Hurtado (2015), plantean, en síntesis tres razones importantes para evitar el plagio:
Plagiar constituye la negación misma del proceso de creación, es decir, investigar, elaborar un trabajo académico o realizar una tarea asignada tiene como finalidad crear o producir conocimiento y si plagiamos, no estamos produciendo, sino “repitiendo” o “reproduciendo” ideas.
Ahora bien, si se parte de que la producción intelectual es original y pocas ideas son copiadas de otros, de igual modo, mucho o poco, se comete plagio porque hay partes que no son de nuestra autoría.
Mención de la fuente y autor en que se basa nuestro trabajo. Este planteamiento anterior, afirma este autor, conecta con otra razón importante: cuando se utiliza y se menciona la fuente, además de reconocer que las ideas le pertenecen a otro, se está señalando en qué o quiénes nos hemos basados y de este modo recibimos crédito por nuestra creación.
Cometer plagio es negar la posibilidad de crear, es decir, la posibilidad de pensar o crear con originalidad, por lo que, “plagiar” significa que no tenemos nada que decir, pensar o proponer. En este sentido, es necesario dar crédito a los autores de las ideas que utilizamos para diferenciar las ideas originales o de creación propia.
Reflexión final
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No hay nada nuevo bajo el sol… La historia es simple repetición. Nada hay realmente nuevo; todo ha sido hecho o dicho antes. ¿Puedes tú indicar algo que sea nuevo? ¿Cómo sabes que no existió ya en remotas edades? No recordamos lo ocurrido en aquellos tiempos antiguos, y en las futuras generaciones nadie recordarán lo que hayamos hecho ahora.
La historia no hace más que repetirse; ya todo se hizo antes. No hay nada realmente nuevo bajo el sol.
Eclesiastés 1:9